"...El hombre desde que nace ya está maduro para morir..."
Martin Heidegger
Y aún nos es tan difícil de este lado del océano, y después de la invasión-conquista, verlo así.
[La carne no queda, queda la herencia, las experiencias, las enseñanzas, las figuras en la memoria, los sonidos y los olores cada vez que los evocas, los nombres que cerca del momento de la muerte no puedes pronunciar, pero que con el tiempo se convierten en amuleto de tranquilidad y de paz, de la que ellos mismos deben tener ya...]
Mientras lo comprendemos... tomo un respiro y recuerdo (¿para que no mueran?) a mis muertos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario