14.11.11


"A shiver came quick
grabbed me up by the back of the neck
and shook me down to the floor
through my shoes, to the floor, to the core of the earth
I muttered something, swallowed some air
science, miracles, monkeys, or prayer.
I’ll believe in anything when I’m there
I’m certain I’ve said that before
I’ll believe in anything when I’m there
I’m certain I’ve said that before."
Michael Stipe

[Hey man, I’m making moves, and I am so much stronger than you
I am so much stronger, I’m much stronger than you
Everybody thinks the way that we thought, we thought ahead and look what we got
I did not invent this world, all my words a string of pearls
but you will find the sea, it loses all its luster]

5.11.11

coffee?: break



Intentar escribir cuando no hay algo específico que quiera decirse, ni todo el tiempo, ni toda la atención. En el televisor corriendo otro filme donde hay una niña precoz y lista, pero no tanto como para no meterse en problemas, ni meter en problemas al profesional que jamás los había tenido mientras estuvo solo. En la máquina: las redes, un par de blogs, algún artículo, nada que comprometa u obligue a centrarse o con-centrarse. En la calle la vida, la gente, las cosas, que con todo y sus atractivos, por alguna razón hace tiempo que no me atraen, salvo en contadísimos escenarios. El filme termina, él se muere, o lo matan, o se mata, o todo junto, y todo por ella -por su culpa-, pero antes de morirse le dice que no se preocupe, que él va a estar bien, que tiene ganas de vivir y todo es gracias a ella, que la ama, y que lo espere. Pero igual se muere, o lo matan, o se mata, o todo junto. Y pienso entonces que aunque era un filme, la vida es así, y "no sólo cuando eres niño", la vida es siempre así. Y no que sea afortunado o trágico, sencillamente "es". Vives, haces, deshaces, creas, destruyes: a ti, a los Otros, a las cosas, ¿te equivocas? ¿aciertas? eliges, como sea. Y aunque sabes cómo va a terminar, quizá no en los detalles, pero sí en la esencia, igual te empeñas, planeas, deseas... como si no fuera a acabarse. Y compartes el camino con tantos Otros, por más o menos tiempo, con mayor o menor frecuencia y la creación de vínculos, fuertes o no tanto. Es entonces donde todo se complica. Esos Otros que son Tú, pero sin serlo, y viceversa, que también vienen recorriendo sus caminos. Que han construido su propia mirada -igual que Tú-, y que con toda certeza no es igual a la tuya. No siempre es fácil. Y como en este mundo las cosas ya eran de un modo desde antes de que tú llegaras, te toca estar en unos zapatos y debajo de una cierta piel, dentro de un específico contexto. Lo quieras o no, éste te marca. No que sea definitivo, estático, invariable o inflexible, pero se convierte ni más ni menos que en tu marco referencial. Tu encuadre. Con el tiempo y la oportunidad, decides incluirle elementos, borrar otros, aderezar o depurar algunos. Abrir el cuadro para que la imagen contenga más elementos. Continúas haciéndolo mientras puedes y, según la disposición que de todo esto hagas, pasarás por el mundo experimentando una amplia gama de emociones de acuerdo con el entramado en que se convierta todo en tu cabeza. Y puedes pensar o no en esto... y si lo haces, puede que sea a menudo, o en muy raras ocasiones. Y de cualquier forma, cada vez que lo hagas, te podrá generar cosas muy distintas. Lo mágico, en todo caso, es que cuando suceda, puedes sentarte frente a una pantalla, o un espejo, o un paisaje, o alguno de esos Otros. Frente al vacío, la inmensidad, o cualquiera otra cosa que, finalmente y en estricto sentido, terminan siendo lo mismo... y entonces, en natural desdoblamiento, seguir existiendo, interactuando en unos y otros espacios, para desde fuera, arriba o dentro, también mirarte como un Otro. Y si te gusta lo que miras ¡dichoso tú! y si en ocasiones te parece repulsivo ¡qué afortunado!, que no importa cómo sea la imagen que hayas construido de ti mismo, ni si es bella de acuerdo con los más altos estándares que para ese criterio el paradigma apunte, o si por el contrario, es dolorosa o poco grata: despreciable, en el último de los casos y de acuerdo con, también, los más estrictos criterios que para la materia existan. "A la final"-como dijera el poeta- todo es parte de lo mismo, y ya sea que focalices tu atención en uno u otro extremo, seguro has de estar de que el opuesto también está presente en ti. ¿Dualidad?: Multiplicidad. Diversidad. NATURALEZA. 


[Ahora vuelvo a la vida real, fuera del ámbito de la cavilación estéril. A lavar los patios, barrer la casa, darme un riego y salir, que la familia cuenta con mi presencia (aunque no la espere ansiosa) en la planeada convivencia con motivo de la celebración de un aniversario más del nacimiento de uno de los miembros de la misma. Conviviré como si no supiera que todo es relativo, que vivimos sobre constructos arbitrarios pero instituidos, y seguramente la pasaré bien. Total que todas nuestras ilusiones igual nos dan orden y estructura. Nos dan sentido de pertenencia. Organizan nuestra vida, dirigen nuestras pulsiones, contienen, impulsan. "Bendito sea" el magnífico panóptico que tenemos a bien llamar "Vida". Sin él, y todo lo que adquirimos en cuanto aceptamos estar dentro, ¡ay no, no, no..! vaya usted a saber qué cosa desordenada y sin estructura seríamos,  y dónde podríamos andar...]