manito

[Carta a mi hermanito Felipe, del día 27 de septiembre de 2024] 💔

Mañana se cumple un mes desde que te fuiste, y yo sigo esperando que me llames para platicarnos cómo estamos, o que llegues al taller cuando ahí estemos , y te sientes en la silla de mi papá y platiquemos de los proyectos y nos riámos de babosadas. O que nos reciban Aria, Ale y tú en tu casa para jugar y platicar de la vida que en medio de todo es buena. O antes lo era

Quise escribirte todos estos días y al mismo tiempo no quería hacerlo. No hay palabras que hagan sentido ni honor a lo que representas y significas para mí, y me quedo corta mientras trato de ordenar todo lo que siento. Estos días han sido los peores que jamás pensé podría pasar. Me he querido morir contigo y al mismo tiempo tengo muy claro que ahora menos que nunca quiero hacerlo, porque aunque no sea indispensable, quiero estar presente para Aria, para Ale y para mis papás, pero todo por ti, porque quiero que sepas que te amo y siempre te amé como mi hermanito, y que todo lo que pudiera hacer para aligerarte cualquier peso por pequeño que fuera, siempre quise y querré hacerlo

No sé por qué te arrebataron de este plano, pero sé que no querías irte porque si en algún momento te vi pleno y feliz fue estos últimos años en que construiste tu propia familia y nos permitieron tú y Ale ser parte de ello

Por eso es más injusto y más doloroso, porque parece el acto ruin de un dios que parece que más que tener planes y tiempos perfectos, se mueve a capricho de criterios que no tienen ningún sentido, que solo permiten que pasen cosas terribles en el mundo, y hacen que lo bello y lo bueno desaparezca de él.. llevándose consigo la luz y la felicidad que podía haber. Por eso tu muerte se siente como un despojo

y ni siquiera para mí.. sino porque te quitaron de tu familia, de tu esposa, de tu hija.. y te quitaron de ellas y de mis papás que tanto te aman y tanto confiaban y se apoyaban en ti

Leo y releo nuestras conversaciones, escucho a quien me habla de ti, te busco en las palomitas que han estado presentes como diciendo "aquí estoy, me estoy dando cuenta de todo y aún no me voy, sigo con ustedes".

Y en cada una de esas cosas te siento un poquito cerca, y siento como si todo esto fuera de mentira, como si en realidad estuvieras en tu casa con Ale y con Aria, o hubiesen ido de viaje, o estuvieran dormidos descansando un poquito después de tantas desveladas, pero pudiera esperar un poco para llamarte y decirte: "manito, ¿cómo están?"

Te quise llamar para preguntarte a quién más debía llamarle para avisarle de tu muerte.. te quise llamar para que apagaras la alarma cuando hubo que sacar el coche que estabas preparando con mi papá para Aria, para que Kiko y Aria pudieran prenderlo y hacer sonar su motor en honor a ti y a tu vida.. mi mamá hace unos días, cuando le llamé para avisarle que Aria estaba ya en casa después de la escuela dispuesta a que fuéramos a jugar con ella, me preguntó ¿ya le hablaste a Felipe?

Y le dije "sí, le hablo todos los días mami

"
pero no por teléfono como lo habría hecho antes de que partieras. Lo cierto es que me doy cuenta de que aquí, donde te amamos, simplemente no nos resignamos a que no estés.

Y no quiero que lo hagamos. Hay algo en mí que quiere seguir recordándote y que me duela siempre, porque tengo miedo de que si regreso a mi rutina, parezca que ya no te pienso o ya no me acuerdo de este dolor.

Le he hablado a toda la gente que ha estado cerca, de ti. No sé cuántas veces he repetido lo maravilloso que eras, lo protector, lo amoroso sin necesidad de ser empalagoso.. cómo te preocupaba que toda la gente que se acercaba a ti estuviera bien, cómo confiabas en todas las personas, y cómo a pesar de que algunas de ellas abusaran de ti o te traicionaran, tú nunca guardabas rencor en tu corazón. Cómo te vi convertirte en papá el día que Aria nació y al necesitar un traslado urgente a otro hospital, saliste impasible, con todo el dolor en tus ojos, pero toda la calma y la asertividad a decirnos a cada quién qué necesitabas que hiciéramos para ayudarles a Ale, a Aria y a ti en ese momento.

Y cómo así era siempre: volteábamos a verte para que alzaras la batuta y entonces supiéramos qué notas, y a qué ritmo y con qué intensidad tocar.

Tu familia y mucha gente que te amamos éramos tu gran orquesta, y tú eras como un generoso director.

Mis papás decidían y resolvían y proyectaban cosas contigo, y confiaban en tu criterio y en tu visión. Y aunque a veces cuestionara la visión comunista patriarcal desde la que se tomaban decisiones, siempre me sentí segura y protegida, y sabía que cada decisión contemplaba el bienestar de tod@s como familia. En tu propia familia, la que ustedes formaron, con Ale organizabas todo siempre así, en equipo, en el gran Golden Team que eran/fueron/son, y es entonces que nos damos cuenta con cada acto cotidiano, que faltas, porque estabas y eras tan presente, que siempre estabas para todo y para todos, para dar un consejo que podría parecer superficial por ser de esas cosas de la cotidianidad, pero que al final del día de lo que hablaban era del respeto y la confianza que te teníamos para voltear a preguntarte siempre tu opinión antes de dar esos pasos.

Y creo que debimos haberte pesado muchas veces.. porque con cada cosa que preguntábamos nos echabas a tu espalda y ya nos traías en la mente mientras la cosa que fuera se resolvía.

Hago memoria y no recuerdo un solo día en que nos hayamos peleado, a pesar de que siempre fuimos tan distintos: tú tan pulcro y tan fashion y tan galán, y yo tan siempre "hundiéndote socialmente". Pero aunque bromeabas con eso, siempre fuiste el que me apoyaba y estaba conmigo mientras trataba de posicionarme en mis identidades. Siempre siendo la persona que
más me conocía en el mundo, la que sabía exactamente cómo sentía y pensaba las cosas, y hasta qué decisiones iba a tomar. Siempre respaldándome defendiéndome y ayudándome a librar mis batallas elegidas.

Por eso era tan valioso que me buscaras para preguntarme cosas cuando algo te preocupaba o te sentías mal, porque eran los momentos en que sentía que podía hacer algo por ti, para reciprocar todo lo que tú siempre hiciste.

Me dolía cuando yo llegaba y te contaba alguna cosa, así buscando tu euforia, y tú, con una media sonrisa me decías "órale", o "ahh, qué bueno", porque sentía que te daba igual.. pero después encontrabas los momentos para preguntarme por cómo había seguido eso que te había contado, o sabía que se lo habías contado a alguien más, y entonces sabía que no era que no te importara, sino que siempre fuiste así de mesurado, como si vivieras y celebraras las cosas desde afuerita, como un papá que, jugando con sus hij@s, goza y celebra y se regocija, pero como si no pudiera dejarse envolver del todo en el frenesí, porque tuviera que estar también atento y cuidar por si hubiera algún peligro.

Mis papás te amaron siempre, desde el día que supimos de ti. Mi mamá me entrenó para amarte incondicional e inconmensurablemente, con esa canción de "Mamá está esperando un bebito", y me dijo que tener un hermanito iba a ser la
cosa más maravillosa que me iba a pasar en la vida.. y siempre digo que fue por su adoctrinamiento que en verdad así lo viví.. pero lo cierto es que así fue porque llegaste TÚ y no otro ser.. y porque fuiste siempre tan bello, y tan noble y tan sensible, y tan inteligente, tan amoroso, que no podría haber vivido de otra forma la maravilla de tu existencia.

Amaba jugar contigo a los carritos, querer jugar a ser tu maestra o a cantar, verte después desde bien pequeñito decantarte por las que siempre serían tu pasión: las motos y los autos. Que te aprendieras las placas de los coches de la calle y con 5 o 6 añitos nos dijeras "ayer veníamos atrás de este mismo coche", y te preguntáramos "¿por qué?" y nos dijeras: "porque sus placas son
blablabla". O que con como 3 añitos dijeras "¿Nos vamos a ir en la Caribe 'Lebadona' (Lebarona)?" y al preguntarte por qué 'Lebarona' dijeras: "porque es que mira, tienen los dos (la Caribe y el Le Baron) esto.. (una parte del tablero) igual". Siempre fuiste un geniecito, aunque por alguna razón nunca lo creíste, y me dolía tanto sentirte inseguro de ti muchas veces.

Mi mamá te cuidó como una guerrera. A pesar de que le dijeran "ya llévese a su hijo a su casa, no podemos hacer más por él" porque aún estando en el hospital y siendo un bebecito no te curabas, ella jamás se resignó
a que te desahuciaran, y pasó incontables noches en vela solo cuidando que tú respiraras. Y te hacía con su mano la cuevita que al percutir en tu espalda, le ayudara a tus pulmones a funcionar mejor. Y estuvo dispuesta a todo, e hizo todo para sacarte adelante. Probaron mis papás todos los métodos y todos los remedios posibles para que tú estuvieras bien, hasta que encontraron al homeópata que te salvó, tanto, que jamás viviste con las limitantes que una persona con tu diagnóstico de asma habitualmente vive. Y es que t
ú eras también como mi mamá tan fuerte que no podías vivirte como enfermo.

Mi papá desde chiquitos nos llevaba a los deshuesaderos a buscar las partes de los grandes proyectos de autos que quería armar para nosotros, y que si alguien supo reconocer y abrazar fuiste tú. Nos llevaba al autódromo a ver correr a los autos, esos que desde los 8 años tú aprendiste a conducir, y que después usabas con una maestría sin igual, después de que mi papá nos dijera cómo hacer trompos, o cómo reaccionar ante peligros para no perder el control del volante. Y esas motos y esos autos fueron creciendo contigo, siempre con la guía de mi papá para que fueran esos compañeros con los que siempre te sentiste en conexión. Y aunque las motos a mí me daban pavor, subirme contigo e ir a toda velocidad por la carretera a través del bosque era una sensación sin igual, porque conduciendo tú, me sentía segura y convencida de que nada podía salir mal.

Amaba compartir todo contigo.

Nunca sentí como un obstáculo nuestra brecha generacional de 6 años. De chiquito elegí acercarme a tu mundo y jugar a lo que tú quisieras.. y cuando en la pubertad te vi batallando con la inseguridad, decidí invitarte al mío para que aprendieras que podías ser tú sin miedo y que eso siempre iba a estar bien porque como eras, era perfecto. Te llevaba conmigo y con mis amig@s adolescentes a los cafés o a donde fuéramos, y ell@s te abrieron también la puerta y eras uno más del clan, siempre bienvenido aunque fueras un niño de primaria. Y amé verte crecer en seguridad junto a nosotros: que los escucharas primero y después aprendieras también a intervenir, a hacernos chistes, a proponer, a opinar. En mi fantasía pienso que es una de las cosas que conscientemente quise hacer por ti, para que no te faltara nada y pudieras saberte digno de estar donde tú quisieras sin miedo a que no fueras a ser aceptado o a encajar. Y que tu don de gente, y tu diplomacia, y tu poder hablar con chicos, medianos y grandes fuera una de tus características, me hace sentir que el plan no salió tan mal.

Me dolió enterarme de que en la escuela cuando niño te molestaron tanto. Daría mi vida por haber sido un poco más lista o más atenta para haberme dado cuenta y haberte podido cuidar y enfrentarme a quien te estuviera haciendo mal. Pero no supe ver, y no entendía por qué tu llanto, por qué no querías ir a la escuela si eras tan listo y en casa sí te gustaba aprender, y yo solo trataba de convencerte igual que mi mamá de que la escuela era bonita, y que ojalá quisieras ir con gusto, y me partía el alma verte aferrándote a la puerta para no entrar. Lamento que nadie nos diéramos cuenta y hayas tenido que vivir ese maltrato

Me dolió verte sufrir cuando tuve mi primer novio, y que en tu dolor, así niño como eras, lo agarraras a patadas, pero fue bello también cómo él supo también que tú eras lo más importante para mí, y entonces nunca tuvo problema con que estuvieras siempre cerquita, y no eras chaperón, sino amigo, e hicimos cosas bonitas juntos, y fuimos al cine o a jugar o a pasear, porque siempre quise que tuvieras TU lugar en mi mundo.

Por eso fuiste también mi chambelán. Y fue lo más bello que fueras tú quien me llevara al escenario, con como 30 centímetros menos que yo y un meñique fracturado, pero guapísimo, trajeado como siempre, y con la dignidad de quien es protagonista porque no puede ser de otro modo.

Lamento el día que dejé que otro noviecito me desmayara enfrente de ti, y te pido perdón por eso. Escucharte llorar cuando volví a la conciencia me dio mucho dolor y mucha culpa, y me prometí a mí misma que nunca iba a volver a jugar una cosa tan pendeja, y menos si eso iba a ponerte a ti en riesgo. Te pido también perdón por todo aquello a lo que te haya obligado en mi estar aprendiendo a ser y hacer, y te agradezco que cuando lo hice directamente: pedirte perdón, siemp
re fuiste generoso conmigo y me perdonaste o incluso me dijiste que no había nada que perdonar.

Lamento también haberme ido. Haber llegado a ese momento en que quise probar la libertad y la independencia, y la única forma que encontré para hacerlo, fue yéndome a otra ciudad. No sé si valió la pena: te abandoné un tiempo, y en otro momento crucial. Y aunque te hablaba por teléfono todo lo que podía, lo cierto es que no estaba aquí, y sé que eso te dolió, y sé que tuviste que buscar con tus medios cómo lidiar con ese dolor

No pude estar lejos mucho tiempo, porque descubrí que no quería. Que sí quería ser autónoma e independiente, pero que quería serlo cerca, aquí, donde tú y mis papás estaban. Y aunque mis papás nos motivaban para que buscáramos nuestros sueños y si eso nos llevaba lej
os, a lo que suele mirarse como "éxito": ir al extranjero, estudiar o trabajar en otro país, lo hiciéramos.. y nos dieron todas las herramientas para que pudiéramos hacerlo, creo que tanto tú como yo lo tuvimos claro en el momento justo: nunca quisimos estar lejos de ellos, ni entre nosotros.

No fuimos nunca una familia convencional. Era curioso que estando juntos muchas veces hubiera tanto silencio. Que en vez de platicar cómo nos había ido en el día, nuestra relación de familia cuando niños estribara en ir en el auto los 4, en la rutina, o en los viajes familiares, escuchando música y sin platicar, solo cantando.. bajito o a todo pulmón, sin que eso se convirtiera en comercial de venta de seguros, porque no era como en las películas: era como un lenguaje sobrio, íntimo, que solo nosotros 4 conocíamos, y que nos permitiría saber después que cantar en el auto sería algo que siempre nos haría sentir en c
asa.. como ese día en que juntos, los 4, cantamos esa canción viejita, "I will follow you" porque tenías que aprendértela para el festival del día del padre del kinder. Recordarnos cantándola para ayudarte a que te la aprendieras, es uno de los momentos en que más nos recuerdo como familia

Y aún así hubo muchos pasajes memorables que sí tenían diálogo, como el "¿Ya mero llegamos?" aquella vez de Oaxaca, o el "¡ya cayó uno!" de cuando estabas tirando con tu motito los muñecos de porcelana del juguetero de mi mamá, o el día que estábamos "los grandes" viendo cómo iban a quedar las "ventanitas" internas que dividirían cocina de cantina en el en ese momento reciente rediseño arquitectónico de nuestro hogar.. y tú, listo como eras, viendo que mi papá dibujaba con un lápiz el arquito en la pared, hiciste lo propio, y te aventaste un super diseño de casita junto a nosotros, y hasta después nos dimos cuenta, o el día en que, en esa temporada en que dormimos los dos en tu recámara, y temíamos que llegara mi mamá a regañarnos porque ya era tarde para ir a la escuela, planeamos saltar los dos de las camas y llenarla de abrazos y besos aunque sabíamos que eso para ella no era fácil.

Eras el niño más bello que hubiese yo podido conocer

Como hermanito, siempre fuiste el mejor: me hacías cartitas y dibujitos, y la mayoría aún los conservo, y desde siempre uno de ellos ha estado en mi buró,


vaya yo a donde vaya y viva donde viva y con quien sea que lo haga.. porque aunque hubiera quien me dijera que bastaba que tú dijeras "rana" para que yo saltara.. lo cierto es que así era, y no me daba pena ni me preocupaba que así se viera.

Cuando volví de Puebla, tuve que volver a conocerte. Aunque no había sido mucho tiempo, tú habías ya construido un mundo para ti, y tuve que aprender ahora a preguntar si podía acercarme.. y siempre fuiste generoso. Descubrí que ya tenías muchos más herman@s, y much@s de ell@s siguieron presentes en tu vida hasta el final. Me dejabas compartir con ustedes, les llevabas a cotorrear y a vivir a casa, y tanto mis papás como yo les recibíamos con gusto porque eran tus amig@s. Hoy uno de ellos, Lalo, está al pendiente de mis papás, como hermano tuyo, y se ha prometido que por ti, por lo mucho que te ama, va a seguir al tanto de ellos, y no sabes cómo lo agradezco

Diego también estuvo aquí. Fuiste su mejor amigo de la primera infancia, y te recuerda generoso y siempre dispuesto a ayudarle a aprender a hablar mejor, y le ha dolido tanto que te fueras, y es que siempre fuiste así de sensible y bello. Contigo siempre tuve una puerta abierta. Te seguí a los caballitos, no porque me gustaran, si al contrario, me daban mucho miedo, sino porque
era una forma de estar cerca de ti en ese momento que ya tenías muy hecha tu vida y tus espacios, y fue hermoso verte, como en todo, ser tan hábil y tan atento como jinete, verte saltar con tanta pulcritud, y verte ser cuidadoso con Pulgar o con Merlín, o con quien estuviéramos aprendiendo, para no maltratarles. Contigo y con la guía justa, aprendí a amarlos, y siempre serán algo más que me conecte contigo. Sé que tanto tú como yo siempre lamentamos no haber podido
estar más presentes en el hípico, y que nuestro gran proyecto de vida alrededor de los caballitos no hubiese podido llevarse a cabo

Nos has dolido tanto a tantas personas, que no me queda duda que una de tus misiones en la vida definitivamente fue sembrar amor para que por donde sea que hubieras pasado, floreciera.

Y aunque toda tu vida y tu h
istoria estuvo llena de belleza, los últimos años de tu vida creo que fueron los más especiales. Si en algún momento te vi pleno y feliz, y siendo "TÚ" con toda libertad y toda fuerza, fue cuando comenzaste a construir tu propia familia. Que se eligieran Ale y tú como pareja, verles compartir desde el principio todo, marcando la pauta del que sería su sello particular, era una maravilla, porque con ella te vi reír, bromear, debatir, competir, pasear, jugar, y todo siendo libre y feliz. Te vi crecer como pareja, abrazar a su familia e invitarnos a estar cerca, y supe que eso significaba que aquello iba en serio, porque por algo nos pedías que hiciéramos juntos muchas cosas, incluso antes de que llegara Aria. La familia era muy importante para ambos, y creo que esa era una de las piedras angulares de su relación.

Se fueron a vivir juntos. Rompiste esquemas familiares y te hiciste también parte de su familia. Amaba verte tan ligero y tan genuino cuando compartías cotidianidad con Ale, Jas y sus papás. Se casaron después y aquello supimos que era lo mejor: habían construido una historia ya alrededor de la realidad compartida, el apoyo y el amor, y creo que nunca vi a mis papás tan seguros y tan convencidos de que algo estaba bien, que cuando nos dijiste que Ale y tú serían esposos.

Les vi en los últimos años poner en práctica todo lo que sabemos es bueno en las relaciones de pareja: compartir cotidianidad, comunicarse, apoyarse en sus proyectos, evaluar riesgos, tomar decisiones en conjunto, lab


orales y personales, colocándose cada vez en los lugares que les permitieran lo que cada uno, y juntos, deseaban para ustedes.

Al poco tiempo llegó Aria y fue el clímax de la felicidad. Te confesé que yo tenía mucho miedo de su llegada, porque venía con mi propio duelo por haber perdido a Ilya y a Caracolito, y no sabía si al nacer Aria iba yo a sentir dolor, o celos, o envidia o algo peor. Pero nació Aria, y por esas "causalidades" hubo al principio esta dificultad que hizo que tuvieras que transfor
marte en un segundo de "mi hermanito menor" en "el papá de Aria". Y que por nuestro apego y formas chistosas estuviéramos ahí afuera en los autos, solo esperando lo que, quizás habríamos podido esperar en otro lado pero que, por nuestra forma chistosa de ser decidimos esperarlo ahí afuera, y que por ello pudiéramos estar para ustedes, y contribuir en ese momento crítico, fue la bendición más grande.

Me comisionaste para verificar que bajaran con cuidado a Aria de la ambulancia, y que no la perdiera de vista sino hasta que ya estuviera segura en el cunero. Lo hice, porque no había otro lugar en el mundo en el
que yo en ese momento hubiese querido estar.. y haber podido estar presente, y que por tu petición, eligi
era rogar por que me dejaran entrar al cunero en medio de plena pandemia de COVID, para cumplir con la misión que me habías encomendado, (pues me habías dado tu confianza mientras tú tenías que resolver otras cosas, con Ale que había tenido que quedarse en el otro hospital y mis papás resolviendo otra parte de la situación), fue la bendición más grande porque bastó un segundo para que al mirarla, toda telaraña que pudiera haber acumulado en mi cabeza, se borrara: la amé en cuanto pude verla

). Como pude atiné a tomarle una fotito para mandársela a Ale, a ti y a mis papás, porque era lo que podía hacer en ese momento para entregarles un poquito de tranquilidad (y porque tomar fotos es mi forma de construir una memoria que, por alguna razón creo que un día voy a necesitar).

Tú también sabías cosas. Con tu muerte me enteré (y creo que has sido tú, generoso, abriéndome ventanas para que pueda mirarte más de cerca y conocerte más, lo que ya no podía ver cuándo también fuiste eligiendo tus caminos) de que tú sabías mucho de tu destino.. de tiempos e incluso de formas. Y hasta en ello fuiste mesurado, y creo yo que quisiste protegernos.

Los últimos años de tu vida material, te vi radiante como
nunca. Montaste "Automobili Car Store", que era tu gran sueño. Ese en el que te permitiste depositar toda tu energía y tus pasiones, ese en el
que usaste todas tus herramientas: tu inteligencia de siempre, tu conocimiento de leyes y procesos corporativos, tu sentido estético, tu visión empresarial, tu sentido de hermandad y de trabajo en equipo (el día después de que te fuiste, Kiko, no sin dolor ni miedo, cerró esa venta que estaba casi lista, y que estoy segura de que tú interveniste desde el otro plano para que se diera, y que sé que si en alguien confiabas para apoyarse era justo en él y en mi papá). Te confieso que me duele mucho pensar que no viste a Automobili con el esplendor que tú la habías visualizado.. porque tenías siempre nuevas ideas y, aunque el último año tuviste que hacer una pausa y cambiar un poco la estrategia, estaban preparándose Ale y tú para que Automobili creciera más, y fuera más bella de lo que ya era.. aunque en verdad creo que bella fue desde el principio, y cuando la abriste me sentí la más orgullosa de ti, porque sabía lo mucho que te importaba, lo mucho que querías hacer eso, y porque verla materializada fue una maravilla, contigo en tu escritorio y los coches pulcrísimos como tú, en tu
agencia de seminuevos de calidad, porque además de todo hacías las cosas bien: con ética, con cuidado, y sin escatimar en hacerles arreglos mecánicos y estéticos para que las personas tuvieran la garantía de la confianza del mejor trabajo hecho. Y lo que faltaba.. pero ya no tuviste tiempo

El capítulo de Aria, estos últimos cuatro años, es todo un Universo aparte. Eras creador por naturaleza, pero la maravilla de traer al mundo junto con Ale a Aria Alexa fue definitivamente algo espectacular. Ya sé que todos los días nacen bebés en el planeta, pero con ustedes nos tocó vivir de cerca la maravilla de ver cómo es posible engendrar desde el amor, y cómo es posible hacerle saber por todos los medios y de todas las formas posibles a un ser hu
manito recién llegado al mundo, que es amado y que es bienvenido en este lugar, por terrible que a veces sea

Desde el día uno de su vida, te vi ser el papá más amoroso, cuidadoso, y uno que sabía siempre perfectamente qué hacer: te vi cargarla, arrullarla, bañarla, arroparla, pasearla, cambiarle su pañal, alimentarla, todo con la mayor paciencia y el mayor cuidado y el mayor amor. Les vi a ti y a Ale apoyándose mutuamente, decidiendo juntos qué hacer para ella.. y andar para arriba y para abajo siempre juntos, desde bebecita e incluso cuando empezó a ir a la escuela: ir a dejarla y a recogerla siempre juntos. Acomodaron su vida de modo que eso les permitiera estar presentes en la de ella, y eso me pareció una jugada perfecta, que muchas familias querrían y no muchas la pueden lograr. Pero es que ustedes se prepararon, lo proyectaron e hicieron los movimientos justos para que así pudiera ser.

Les tocó recibirla en un momento nada fácil como sociedad, y a pesar de ello, hicieron un trabajo magnífico de maternidad-paternidad en estos 4 años (que en estos días que han pasado desde que no estás, Ale ha seguido haciendo de la misma forma, y en verdad que yo la admiro y la respeto profundamente, porque cargando con su propio dolor, aún tiene la entereza, la valentía y la fuerza para estar con el mismo amor, la misma entrega, la misma paciencia y el mismo cuidado y respeto con y para ella

, y aunque quienes estamos alrededor cerca, intentamos aligerar apoyando y estando en todas las formas posibles, lo que Ale está haciendo no tiene comparación).

Aria es fuerte, es valiente, es inteligente y muy segura de sí misma, y eso, una parte sé que es ella como alma libre y sabia, pero otra parte es el resultado de todo lo que ustedes han hecho por y para ella. He pensado estos días que toda esa claridad, esa elocuencia y la naturalidad con la que comprende y nombra tantas cosas, quizás era un guiño de ese pacto que quiero creer desde el principio ella aceptó, de tener a su papi físicamente solo un breve tiempo

pero es que fue tan breve

Y aún así, hiciste tanto por ella y con ella que no hay día que no te tenga presente, y te mencione, y te recuerde, y pregunte cosas siempre importantes sobre ti, sobre cada parte de tu historia, y también sobre el presente y el futuro, siempre sensata, siempre clara y como si en su sabiduría interna a veces incluso fuera marcando la pauta y ayudando de formas inusuales a dar los pasos y decir las cosas que si no fuera por ella, nadie nos atreveríamos.

No soy la única que sigue sintiendo que no te has ido. Y no me refiero a que "vivas y sigas presente en nuestra memoria". Me refiero a que aunque sé que no va a pasar, una parte de mí espera que me llames, o esperar un momento justo, cuando no estén descansando de las desveladas con Aria, para llamarte, ponernos de acuerdo e ir a su casa con ustedes, o vernos en una plaza, o que vayan con Aria a Hara Hari, o vernos en el taller, o ir a casa de mis papás, de sus otros abuelos, o a fiestas familiares

Hacía muchos años que no salíamos de la ciudad junto
s con mis papás, así que nunca fuimos de vacaciones con Aria y ustedes. Este año quería proponerlo

Hice una lista en mi bloc de notas, de cosas pendientes que quería hacer contigo, y me siento contenta de que escribí dos o tres (ese viaje, mostrarte una fotito tuya que acababa de encontrar, el taller de cosas importantes a la hora de manejar un auto que quería que dieras en Hara Hari), porque todo lo demás, todo lo hice y todo te lo dije. Me sentía culpable de que nuestra última llamada, un día antes, q

uedó inconclusa porque me dijiste "ahorita te llamo" y ya no llamaste, ni yo a ti, pero la repaso y encuentro en ella todo tu amor aún en lo cotidiano que fue.

El último día que te vi y nos abrazamos fue unos días antes, el día de mi cumpleaños. Yo ya no quería cenar porque ya era tarde y se habían complicado los tiempos, pero tú insististe en que sí fuéramos y te encargaste de que mi papá ya no tuviera un pendiente para que también pudiera estar. Te dije que ya era tarde y no iba a haber ningún lugar abierto, y cuando me dijiste al que sí podíamos ir y yo te argumenté que ese lugar era muy caro, me dijiste "¿Y qué, no te lo mereces, o qué?". Terminamos yendo y yo me sentí muy feliz, ahí, siempre juntos, siempre como familia, siempre con ustedes

No sabía que iba a ser el último día que iba a sentir tu abrazo. Atesoro cada momento, y agradezco poder tener todos los videos, fotos y recuerdos. Escucho tu voz en mi cabeza e incluso recuerdo tus manos, tus pies, tu cabello, tu rostro tranquilo al despedirte.

Hoy te busco en todas partes. Quisiera que me hablaras. Me sentía indigna en mi dolor porque no soy mis papás, ni Ale, y siento como si su dolor fuera más fuerte y más digno porque ellos son tus papás, tu esposa y tu hija.. pero Moni me dijo que cómo no iba a quererme morir contigo si eres mi hermanito

mi compañero de toda la vida

Y no me voy a morir porque quiero estar presente, porque quiero estar de la forma que pueda y sea mejor para tod@s quienes te amamos y te extrañamos, y sé que igual un día seguro querré también vivir por mí y para mí y para quienes amo y me aman y han estado conmigo y con nosotros estos días y desde siempre. Pero ahorita no. Ahorita solo quiero vivir porque creo que es lo único que puedo hacer para ayudarte aunque sea un poquito en algo, al menos en lo que materialmente tú ya no puedes hacer.

Cris ha sido lo más paciente conmigo, haciendo todo lo que le he pedido, estando de todas las formas que se lo he pedido, y quisiera también que supiera y que sintiera que lo sé, que lo he sentido, y que espero algún día poder ser todo lo justa, agradecida y recíproca que sé que no he sido hasta hoy. También sé quiénes más han estado cerca de muchas formas, apoyando incluso desde sus propios dolores. Quisiera que supieran que les amo también, que estoy agradecida y que sí me hace sentido la vida con todo y con su presencia (mis tí@s, prim@s, abuelita, mis amig@s, Jas y sus papás, sus tí@s y prim@s, Marco, mi suegra y cuñada, amig@s de Ale y tuyos, amig@s de mis papás, etc, etc, etc).

Mis propios papás, Ale y Aria. Yo me cuento que estoy para ell@s, pero ell@s también han estado para mí, y es junt@s y con cada un@ de ell@s que me he sentido sostenida. Y esto es y ha sido una bendición. Y no había tampoco querido escribir nada porque justo temía que al decir lo que siento, pudiera parecer que este solo es mi dolor, porque por supuesto que no es así, y si algo he agradecido estos días, es que estemos junt@s y que hablemos sin miedo de lo que sentimos, y recordemos lo bello que vivimos contigo (mi hermanito, su hijo, su esposo, su papi), y también lo doloroso que esto está siendo para todos

Espero sin mucha esperanza que un día algo de esto tenga al menos un poco de sentido, que lleguen de la forma que sea por lo menos algunas respuestas, o que si no llegan, que disminuya por lo menos un poco este enojo, esta incertidumbre y esta incomprensión. No quiero solo resignarme ni contarme historias prefabricadas de aceptación de "lo que es perfecto como es, aunque no lo comprendamos".

Creo en la existencia de otros planos, en la permanencia del alma, en la eternidad de la esencia espiritual que somos cada alma en nuestra individualidad. Creo entonces que estás haciendo esta tarea que te llevará a tu siguiente plano, y he tenido razones para pensar que tienes pase directo a un buen destino en un planeta superior, y que serás un hombre alado, quizás un ángel.. y si no es así, también confío en que cualquiera que sea tu siguiente tarea, será buena y noble porque con tu libre albedrío tomaste decisiones mientras fuiste "Felipe de Jesús Guevara Vite" que sé que así lo garantizan. Por eso, aunque no sabemos nada de cierto, todas nuestras búsquedas nos han dicho que (si esto es posible) te fuiste de este plano de una forma "justa" y sin dolor. Y entrecomillo "justo", porque a nuestros ojos incapaces de ver la foto completa, no tiene nada de justo que te hayas ido.

Solo deseo que con el tiempo, tu recuerdo y tu presencia en esencia hermanito, sea tan fuerte como ahora para que Aria te tenga siempre presente como hasta hoy. Y que encuentres a tu modo la forma de estar con ella, y si te alcanza el acuerdo, también con Ale, con mis papás, conmigo y con quien tú quieras, y que eso no interfiera con la que sea tu siguiente tarea.

Ya sé que estoy alucinando, y que en vez de dejarte ir, te quiero cargar una responsabilidad. Pero no quiero no decirlo porque al final sí lo deseo: deseo que tod@s quienes te amamos nunca nos olvidemos de ti, y nunca sintamos tu ausencia. Pero no te preocupes, también conservo un poquito de sensatez, y si lo que tenemos que hacer es algo distinto, confío en que sabremos y podremos hacerlo en su momento.

Lo que sea que vaya a decidir a partir de ahora, espero hacerlo por lo menos medianamente bien. Te prometo que por ganas y por voluntad no voy a parar. Han sido buenos días en medio de todo. Hemos podido estar juntos, incluso tú, en todas las (así las llamo) psicosis en que te veo y te siento cerca, en las palomitas, en las palabras que escucho en otr@s, en los ángeles y el péndulo, o cuando creo que me hablas desde las fotos, y te ríes, o agradeces, o te quejas, pero al final aceptas que tomemos decisiones sin ti, esas todas para las que voltearíamos a preguntarte cómo querrías u opinarías que se hicieran.

Ojalá nunca me cure, ni de este dolor ni de estas psicosis. Porque no quiero dejar de buscarte y de encontrarte en los techos y en las palabras que llegan a mis oídos.

Nunca me han gustado las historias de vampiros porque no es mi deseo vivir eternamente.. pero es que ahora mismo no sé cuándo creo que habría sido un buen momento para irse, y aunque sigo sin desear la eternidad material, ahora pienso cosas que hace 30 días no pensaba.

Ahora solo puedo pensar que eres y siempre serás mi hermanito, la persona más importante de mi vida, y que ojalá nunca te hubieras ido

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PD. Antier mientras conducía al trabajo, por alguna razón pensé-recordé que en algún momento tu auto favorito era el Ferrari Testarossa. Mi siguiente pensamiento fue: si en un juego de esos de primer día de escuela, de esos para romper el hielo, la temática para nombrarse fuera "autos", podrías decir "Mi nombre es Felipe y vine a la escuela en un Ferrari Testarrosa". Así como yo podría decir "mi nombre es Krystal y vine a la escuela en un Kia". Y pensé también que habría sido un buen juego de presentación para el equipo de trabajo de Automobili Car Store cuando fuera ya tan grande que tuvieras que tener un equipo de más de 20 personas

..Y lamenté no poder llamarte para contarte como siempre las bobadas que pensaba